Entrevista con Acalia Coaching: Burnout y autoconocimiento

Publicado el 17 de junio de 2025, 6:30

Introducción

En mi camino como acompañante en procesos de autoconocimiento y transformación, valoro profundamente las redes que se tejen con otras profesionales que, desde su mirada y experiencia, suman nuevas formas de sostener y guiar a las personas.

Hoy quiero presentarte a Laura Ortiz, una mujer con una sensibilidad especial para acompañar a quienes atraviesan momentos de agotamiento profundo, bloqueo o pérdida de sentido, o lo que se conoce  como Burnout.

Te invito a conocerla un poco más a través de esta entrevista, donde nos comparte su enfoque como coach personal y su forma de acompañar desde lo humano, lo cercano y lo concreto.

🎯 “Cuando el cuerpo dice basta”:

Conversando con Laura Ortiz sobre Burnout y Coaching personal

Preguntas frecuentes

  1. Para quien no te conoce… ¿Quién eres y qué te llevó a dedicarte al coaching personal?

Mi nombre es Laura Ortiz, coach profesional certificada y experta en Inteligencia Emocional. Pero antes de contarte mi historia, no quiero dejar pasar la oportunidad de dar  primero las gracias a Rutas de Conexión por darme este espacio.

Llevo toda mi carrera profesional siendo especialista en Marketing Digital. Durante muchos años trabajé en entornos muy exigentes, hasta que un día sufrí Burnout. Fue en este momento cuando me paré para mirar hacia dentro y replantearme muchas cosas. Fue un punto de inflexión que me llevó a formarme en un Máster de Coaching Profesional y en otras materias relacionadas, tanto con el bienestar personal como el laboral. Y, aunque he seguido dedicándome al marketing, fue ahí, en este punto de mi vida, en el que descubrí el valor de acompañar a otras personas en sus propios procesos de autoconocimiento y de transformación.

Fue así como nació Acalia Coaching Profesional, un lugar donde ayudo a sostener a quienes se sienten desconectados consigo mismos, ayudándoles a tomar acción para mejorar su bienestar desde una mirada muy centrada en lo humano, lo concreto y lo posible.

2. Uno de los temas que más trabajas es el Burnout… ¿Qué es exactamente y por qué crees que se está haciendo tan común?

El Burnout no es simplemente estar cansado o estresado en nuestro trabajo (algo que, por desgracia, ya suele ocurrir de normal). El burnout es una sensación de agotamiento profundo, a nivel físico, mental y emocional. Suele ir acompañado de sentimientos de desconexión, apatía y, en general, una pérdida de sentido o de propósito. Por ejemplo, muchos de mis clientes se preguntan: “¿Qué estoy haciendo aquí realmente?”.

Muchas veces el Burnout viene de “dar demasiado” en nuestros trabajos durante mucho tiempo, con un estrés sostenido y sin espacios reales de pausa, autocuidado o reconexión con lo que importa. 

La realidad es que el Burnout es muy habitual en el mercado laboral de hoy en día. Creo que se ha vuelto tan común porque vivimos en una cultura que valora la productividad por encima de todo. Es decir, producir y producir por encima del bienestar, donde parar o poner límites saludables a menudo se percibe como un fracaso. Y por lo que veo en los años que llevo dedicándome al coaching tratando casos de Burnout, esa cultura la tenemos tan integrada que somos nosotros mismos los que nos “machacamos” cuando nos encontramos agotados  sin entender qué nos pasa.

3. ¿Cómo puede alguien saber que está atravesando un proceso de Burnout?

Como bien dice tu pregunta, el Burnout no llega de golpe, sino que suele ser un “acompañante” al que, al principio, no solemos hacerle mucho caso o acabamos silenciando, porque “tenemos que aguantar” y seguir.

Así que, se va instalando poco a poco. Y empezamos a notar que no descansamos bien, a despertarnos sin energía, que todo nos cuesta el triple, a tener la cabeza nublada o que vamos en piloto automático... Es como una especie de desconexión emocional ya que nada nos ilusiona. Y esto nos puede ocurrir tanto dentro del trabajo como en nuestra vida personal.

Por otro lado, también hay que prestar atención a los síntomas físicos porque nos pueden dar pistas de que algo no está bien. Por ejemplo, la tensión corporal, los problemas digestivos o los cambios en el apetito son cosas que también he observado en los clientes que acuden a mí y que sufren de Burnout.

Como decía, todas estas señales, sobre todo si son mantenidas durante un tiempo largo, nos pueden dar pistas de qué nos está ocurriendo y de que el Burnout puede ser la clave.

4. ¿Qué suele haber detrás de este agotamiento? ¿Es solo estrés laboral o hay algo más profundo?

El estrés laboral puede ser el detonante, pero no siempre es la raíz. De hecho, es importante que aprendamos a distinguir un pico de estrés laboral (por ejemplo el cierre del año de una empresa, presentar algún informe, cumplir un deadline…) de un estado de agotamiento mantenido, como es el Burnout.

Detrás del Burnout puede haber una autoexigencia muy alta, dificultad para poner límites, creencias limitantes de que solo valemos si producimos… A veces también arrastramos heridas que vienen del pasado o formas de relacionarnos con el mundo que nos llevan a descuidarnos.

Por eso es tan importante no quedarnos solo en el pensamiento de “tengo que cambiar de trabajo para estar mejor” e ir más allá y revisar desde qué prisma estamos mirando nuestra vida

5. Desde tu experiencia como coach, ¿cómo acompañas estos procesos? ¿Qué herramientas sueles ofrecer?

Para responder esta pregunta, primero creo que es importante definir qué es realmente el Coaching de verdad, ya que existe cierto desconocimiento o se confunde con otras disciplinas como la terapia psicológica.

El coaching es un proceso de acompañamiento que tiene el objetivo de ayudar a las personas a tomar acción en su presente y generar cambios sostenibles. Dicho muy simple: ir del punto A al punto B.

A diferencia de la psicología, los coaches no tratamos trastornos, patologías ni miramos en el pasado de manera extensa porque nos centramos en el presente de la persona. No damos consejos ni decimos a nuestros clientes lo que tienen qué hacer, sino que creamos un espacio donde ayudamos a que las personas se escuchen de verdad, a clarificar lo que necesitan y a reconectar con sus propios recursos.

Por lo tanto, la psicología y el coaching son procesos distintos, teniendo cada uno su lugar, aunque pueden ser complementarios dependiendo de las necesidades de la persona.

Teniendo lo anterior como base, mi enfoque se basa en el Método GROW que es una herramienta de coaching estructurada para guiar las sesiones de Burnout de forma clara y enfocada. Su nombre viene de las siglas:

  • G de GOAL (objetivo): ¿qué quiere conseguir la persona?
  • R de REALITY (realidad): ¿cómo es su situación actual y qué le está bloqueando para conseguir su objetivo?
  • O de OPTIONS (opciones): ¿qué recursos y opciones puede explorar?
  • W de WILL (voluntad): ¿qué pasos concretos va a dar hacia su objetivo?

Esta estructura la sigo con mis clientes, apoyándome de otras técnicas y herramientas de coaching como son las preguntas poderosas, la escucha activa, la rueda de la vida, la línea de la vida, visualizaciones… Todo esto con el objetivo de movilizar a las personas para que consigan aquello que necesitan.

6. ¿Cómo es una sesión contigo? ¿Qué puede esperar alguien que da el paso y te contacta?

Mi enfoque es coaching personalizado, siguiendo la Metodología GROW que comentaba en la anterior respuesta. Es decir, adapto cada proceso de acompañamiento a: cómo viene el cliente, qué es lo que necesita, con qué se siente más cómodo en las sesiones… Pero lo que siempre va a encontrar esa persona en cada sesión conmigo es un espacio de pausa, para respirar y para escucharse sin prejuicios.

También presencia, empatía, confidencialidad y mucha escucha activa. 

En definitiva, ayuda para que descubra sus propias respuestas. Y es que, cuando nos damos la oportunidad de soltar y de escucharnos a nosotros mismos de verdad, ahí es cuando se produce la “magia” del coaching.

  1. ¿Qué le dirías a alguien que siente que está quemado/a pero no se atreve a parar o pedir ayuda?

Le diría que no está solo/a, que lo que le pasa tiene sentido y merece ser escuchado. 

A veces creemos que pedir ayuda es una debilidad, pero nada más lejos de la realidad. Atreverse a sentarse a hablar y a reflexionar, a veces de cosas difíciles o que nos bloquean, no es nada fácil. Por eso le diría a esa persona que pedir ayuda es un acto de valentía y de responsabilidad con ella misma. 

Parar no es rendirse, es recuperar la capacidad de elegir desde otro lugar. Y no hay que estar al límite para hacerlo. Hay otros caminos y no hay que recorrerlos en soledad.

8. Y para terminar… ¿dónde pueden encontrarte o contactar contigo?

Pueden encontrarme en la web de Acalia Coaching Profesional, donde además podrán reservar una primera sesión de coaching totalmente gratuita para probar qué es el coaching y si les encaja en la situación en la que se encuentran, sin compromiso.

Agradezco profundamente a Laura  por compartir con tanta claridad y sensibilidad su mirada sobre el Burnout, el proceso de reconexión y el valor del acompañamiento personal.

Desde Rutas de Conexión, creo firmemente en el poder del autoconocimiento como punto de partida para transformar nuestras formas de vivir, sentir y estar en el mundo.

El Eneagrama es una herramienta clave para ello, y cuando se combina con enfoques tan humanos como el Coaching, se abre un espacio poderoso de cambio.

Si esta conversación te ha resonado, te invito a seguir explorando. Puedes leer otros artículos en el blog o escribirme para compartir tu experiencia.

¡Aquí estamos para caminar contigo.!

Una colaboración desde :   💚 Rutas de Conexión y Acalia Coaching


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