Cómo el Eneagrama cambió mi manera de entenderme

Conocer el Eneagrama fue para mí un verdadero descubrimiento. Lo que más me impactó desde el principio fue comprobar cómo esta herramienta tenía la capacidad de describir con tanta claridad y exactitud las formas de ser y de reaccionar de las personas. 

Fue como encender una luz: de repente entendía aspectos de mí misma que antes me resultaban confusos, además  de ayudarme a mirar a los demás con otra perspectiva.

El Eneagrama me ha ayudado, sobre todo, a entenderme a mí misma. Me ha dado claves para comprender por qué reacciono como lo hago en determinadas situaciones, de dónde nacen mis bloqueos y qué patrones tiendo a repetir. Pero no solo se ha quedado en mí: también me ha permitido mirar a los demás con más compasión, sin juzgar, comprendiendo que cada uno tiene sus propios mecanismos y que detrás de cada comportamiento hay una necesidad profunda.

Este aprendizaje está siendo muy valioso también en mi trabajo con mis alumnos. Gracias al Eneagrama he podido entender mejor sus comportamientos, evitar poner etiquetas y, sobre todo, adaptar la estrategia adecuada para cada uno de ellos. Incluso en las tutorías con las familias, me aporta claridad y me permite explicarles de una manera más comprensiva el por qué de determinadas actitudes de sus hijos y cómo acompañarlos mejor.

A veces se piensa que el Eneagrama encasilla o limita, pero mi experiencia ha sido justo la contraria. Para mí ha sido una herramienta liberadora: me ha mostrado cómo funciono y, sobre todo, que puedo transformarme. No se trata de quedarse atrapada en una etiqueta, sino de tener un mapa que te permite avanzar hacia más autenticidad y libertad.

Si tuviera que señalar el cambio que más me ha marcado, diría que ha sido el hecho de entender mis propias reacciones. Comprender, por ejemplo, por qué necesito mantener rutinas o por qué me incomodan determinadas acciones de los demás; esto me ha dado mucha más paz interior y capacidad de gestionarme de otra forma.

Por todo esto creo profundamente en el valor del Eneagrama. Porque no se trata solo de conocernos mejor, sino de trascender nuestros bloqueos, ganar bienestar personal y mejorar nuestras relaciones. Cuando entendemos cómo funcionamos, abrimos la puerta a vivir con más claridad, autenticidad y compasión.